domingo, 3 de noviembre de 2013

Puebla otra vez..

Pensé que nunca iba a volver a correr por aquí. Me equivoqué. Salí del Hotel City Express, en la Avenida Juan Pablo II, colonia La Noria. Fui hasta la intersección con ese gigantesco viaducto de 6 carriles ida y 6 carriles vuelta, que se llama Atlixcayotl. Pensé en Salvador, y como bromeaba porque nunca podía pronunciar bien las palabras con TL y X.  Llegué al viaducto Atlixcayotl, y doblé a la izquierda. Seguí por la pequeña vereda y cruce el puente por encima del rio Atoyac. A mi derecha se veían nítidamente el Popocateptl y el Iztaccihuatl, los dos volcanes estaban nevados en sus cumbres. El cielo azul celeste, como jamás lo había visto aquí. Seguí corriendo rumbo al centro de Gobierno. Inmenso, con esa bandera gigantesca. Di unas vueltas corriendo y bajé por el lateral del centro. Ahí vi el circuito para correr, a unos metros abajo, pegado al rio. Bajé la cuesta empinada y casi me caigo, pero seguí con el envión y quedé parado. Di vueltas en ese precioso circuito bordeando el rio, bajo arboles que generaban un aire húmedo. El día era soleado, estaba hermoso para correr. Era temprano. Di dos vueltas al circuito, en total unos 10 kilómetros, más unos 3 para venir y volver. La sensación fue espectacular. Nos saludábamos con los que corrían por ahí, la temperatura estaba ideal. En mi smartphone sonaba aletoreamente Soda Stereo, Calamaro, Eric Clapton... una mezcla. Me colgué con Agua, y la voz de Cerattí intentándome decir algo. Luego con Profugos... también, tratando de entender lo que me estaba diciendo. Recordé que la ultima vez que corrí aquí fue en Mayo, a propósito de un seminario. Pero en ese momento, aún no me había operado de la nariz y me costaba respirar. Ahora tenía los orificios nasales despejados, el aire húmedo y los árboles de eucaliptus aromaban de una forma peculiar la corrida y mi respiración. Me di cuenta, que hacia tiempo que no sonreía cuando corría. Me sentí feliz. Sonreí. Regresé emocionado, corriendo a la mañana, desayunando papaya y jugo de naranja. Otra vez en Puebla.

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