domingo, 27 de octubre de 2013

VOTAR

Llegué al Colegio Dardo Rocha, donde voto desde el 2009. En el 2009 voté por primera vez luego de 14 años sin votar. Había votado por ultima vez en la elección presidencial de 1995. Llegué a las 10:30, no había nadie en la mesa 279, que es la mesa donde votamos mi viejo, mi hermana y yo, ahora que las mesas son mixtas. Mi mamá vota en otra escuela, porque tiene otro apellido -obvio. Mi hermano vota en otro municipio. Llegué con mis tres hijos, no hizo falta siquiera formarnos. Le di mi DNI nuevo a la presidenta de mesa y pasé con los tres. Entramos al cuarto obscuro, que no es obscuro y estaban las boletas arriba de un pupitre. Mis hijas ya sabían a quien iba a votar, así que me dijeron "papá ahí está la boleta de..." La tomé, y la introduje en el sobre. Pasé mi lengua por el borde del sobre, olvidando todos los reparos que habíamos tomado allá por el 2009 cuando la Gripe A nos había vuelto a todos distantes y cautelosos. Cerré el sobre todo firmado y, seguramente, tocado por todos los integrantes de la mesa. Salí del cuarto obscuro. Me acerqué a la urna e introduje el sobre por la ranura horizontal. Firmé en el padrón. Pude observar de reojo que sigue figurando el domicilio que yo tenía hace 20 años, por más que cuando consulto en el padrón sale el ultimo domicilio, del cual me mudé (tema a parte las razones de esa mudanza) hace dos meses y fracción. Todo sucedió en unos pocos minutos. El día estaba y continúa hermoso. Fuimos a buscar unas ropas a la casa de mis hijos, se cambiaron y nos fuimos al río. Anduvimos en rollers, patines y triciclo. Luego caminamos. Luego nos fuimos a la costa a disfrutar del verde del cesped, el azul celeste del cielo y el marrón del río, que días como hoy lucen de maravillas. Fuimos a los juegos. Julián encontró a unos chicos jugando al futbol y se sumó. Yo tomaba fotos del paisaje y filmaba a Luciana que jugaba a ser periodista. Camila trepaba arboles y juegos de madera y experimentaba como usar de otra forma no convencional algún subi-baja o hamaca. La pasamos bárbaro (o civilizado, según el voto). Ya se habían hecho las 14:00, entre una cosa y otra regresamos al departamento y nos pusimos a hacer unas pastas. Pensaba en esos domingos de familia que recuerdo que alguna vez sucedieron, pero ya no se en donde ni si son sólo una ilusión social. Almorzamos tarde, y luego se fueron a ver la tele. Limpié la mesa, lavé los platos, ordené el desorden del departamento. Me serví un café. Se hicieron las 15:30, y me senté a escribir este post. Hoy voté muy temprano y ya no recordaba que era un día de elecciones. Todo pasa rápido. Los disfruto.

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