domingo, 30 de marzo de 2014

Fortalecimiento

Hace unos 15 días, mas o menos, me hice un plan de entrenamiento de cara a la Maratón de Buenos Aires. No se si la voy a correr, desde ya aclaro, pero me quiero preparar como si lo fuera a hacer. Me lo propuse como meta para superar el dolor de la fascitis. Justo en un momento donde todas las decisiones que tomé empezaron a hacer efecto y a reducir el dolor de manera notable. Tan notable que me permite volver a correr distancias que solía recorrer cómodamente antes de dejar de recorrer por el insoportable dolor. El plan de entrenamiento consiste en tres fases. La primer fase, en la que estoy, se denomina fase de fortalecimiento. Esta fase consiste en correr 4 veces a la semana, y siempre con un un día de descanzo entre entrenamiento y entrenamiento (algo que no hacía). Un día 5 km a un promedio arriba de 6 minutos por km (trote) otros días a 5 o 9 (dependiendo del día) pero a un ritmo de 5:10-5:30 por km, y otras a un ritmo de 4:40-5:10. Con el nuevo entrenamiento hice nuevas adquisiciones.

Ya hace un tiempo, comencé a notar que la aplicación del celular fallaba. La de Nike+, por ejemplo, tenía problemas con el GPS: fallaba en medir las distancias y la misma distancia recorrida arrojaba diferentes mediciones, así que la reemplacé por otra aplicación con la que me construí el plan de entrenamiento. La nueva aplicación es bastante buena, porque permite administrarla y editarla desde la computadora de manera sencilla. Además construye un plan de entrenamiento en el calendario que podés exportar a Google Calendar fácilmente. El problema, al igual que la anterior, radica en que la aplicación del celular sigue teniendo problemas con el GPS. Por esa razón, establecí diferentes rutas predefinidas en los mapas (tipo Google Maps) de la aplicación de modo de tener certeza del kilometraje recorrido. Establecí con precisión que mi ruta diaria es de 9.3 (desde mi casa hasta el final de la ruta de asfalto bordeando el rio), establecí otra con una clara definición de 6,2 km (desde mi casa hasta Alvear ida y vuelta), otra de 10 km exactos, otra de 16 km y así. Con esta nueva organización, abandoné el celular para correr y evitar así la imperfección de cada medición por fallas en el GPS (además siempre era un problema cada vez que corría y alguien me llamaba por teléfono, interrumpiendo el entrenamiento y, por lo general, también el conteo de la aplicación que de por sí ya funcionaba mal).

Para poder establecer el ritmo exacto, entonces, me compré un reloj TIMEX Ironman. No pude hacer mejor compra. Puedo medir con un poco más de precisión lo que tardo en hacer una distancia, y no quedar librado a las aleatorias marcas que me registraba el celular (y que me hacían creer que era más rápida de lo que en realidad soy, o más lento de lo que debería). Junto al reloj, casualmente hoy, estrené unas nuevas zapatillas Mizuno Creation 13. Son algo raro, pero me resultó bastante cómoda para correr aunque por ahora algo dura en el talón. Por suerte, tengo las nuevas plantillas que están haciendo gran parte del trabajo de mi nueva sensación de "no dolor".

Con todo esto quizás quiera sugerir que ésta etapa de fortalecimiento la estoy acompañando de nuevas aplicaciones que incorporo, adicionalmente, a mi intento de nueva forma de correr. Todo ello para poder alcanzar una meta: correr la maratón de Buenos Aires. En medio de ello, también correr, ¿por qué no?, alguna carrera de 10k, de 16k y de 8k, y lo que se vaya poniendo en el medio mientras entreno y me preparo. Una etapa de fortalecimiento, como dice el plan de ASICS, que quizás se corresponda con una nueva etapa personal, más emocional, también de fortalecimiento.

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