martes, 14 de enero de 2014

Ese es tu Walkman?


El calor había aflojado respecto de la oleada de la semana pasada. En enero hace calor, de todos modos. Pero unos 9 grados menos, era desde luego un alivio. Subió al colectivo. Miró hacia el fondo. Encontró un asiento vacío del lado del sol. Hubiese querido uno del lado de la sombra. Miró de costado, pero se sentó con determinación. Quizás, de tanto inspeccionar, el pasajero que venía detrás de él lograra quedarse con ese asiento. Llevaba un bolso tipo maletín de color negro. Se acomodó en el asiento y colocó el bolso sobre sus piernas. Lo abrió y metió una de sus manos. Revolvió "en ciego" el interior del bolso y sacó, desde adentro como si fuera la galera de un mago, un aparato que sólo los curiosos de edad mediana reconocieron. Era un walkman: una caja de plástico negra, con una tapa lateral que se abría y en la cual se introducía un rectángulo de plástico que contenía una cinta sonora, llamado cassette. Al verlo, un pasajero que lo observaba inmóvil y fascinado, pensó : "uy! que se habrán hecho mis TDK´s ".

Adicionalmente, sacó un cable largo y enrrollado, que unían uno redondos auriculares, un poco más grandes que el tamaño de una oreja, unidos por una cinta dura de metal que tenía la forma ovalada del cráneo (de los que tienen un cráneo ovalado, por supuesto). Desenrrolló el cable, cogió los auriculares. Conectó la ficha en un orificio de la caja de plástico y apretó con fuerza en dos ocasiones un botón cuadrado que tenía el símbolo ►(play). Frunció el seño! Algo no sonaba bien en sus auriculares. Respiró como quejoso y cansado o hastiado. Miró por la ventana como si enfrente tuviera un horizonte llano, aunque en realidad su vista se topara con otro colectivo en paralelo. No se conformó, al parecer con lo que escuchaba, apretó otra tecla y se escuchó un "clack"" como si la tapa cuadrada fuera a salirse o volar. No se asustó ni se alarmó, tenía la seguridad del que conoce lo que está haciendo. Volvió a apretar otro botón que tenía el símbolo ►► (FF). El pasajero que estaba parado y lo miraba inmóvil y fascinado, sintió un ruido seco y áspero. El cassette pasaba a mayor velocidad consumiendo las baterías del aparato. Ambos pensaban --sin saber que pensaban al unísono, pero sospechándolo ciertamente-- que quizás convendría utilizar una lapicera tipo bic para realizar esa tarea y evitar consumir las baterías. Sin querer cruzaron las miradas. Nadie dijo nada.

Calculó la velocidad del aparto y nuevamente se escuchó un "clack!" producido por la presión de otro botón que tocó [■ (stop)]. Nuevamente pulsó el botón con el símbolo ►(play). Una fresca sonrisa subió por el cable a sus oídos y terminó por instalarse en su boca. La línea de la comisura de los labios se extendió un par de centímetros, el ceño dejó de estar fruncido y se estiró lizo, por fin. Apoyó su cabeza sobre la ventana del colectivo. Cogió con su mano izquierda el walkman y lo sostuvo con confianza. La palma de la mano pequeña y redonda, estaba rodeada de cinco dedos gruesos y carnosos que parecían hinchados, las uñas crecidas, pero cuidadas con detalle, daban la impresión de una persona limpia y meticulosa. El colectivo dobló y el sol se metió por la ventana transparente. Pensó en su mujer. Pensó en el trabajo. Pensó en que habrá sido de la vida de aquella compañera de primaria que tanta vergüenza le producía mirarla. Pensó en cómo haría para pagar las cuentas. Pensó... un rato. Paró de pensar. Iba a ser un día largo, caluroso y había que empezarlo con un poco de Música.

2 comentarios:

  1. Hay una evolucion literaria muy interesante en tus entradas!

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  2. Gracias! Estoy ensayando y tomando carrera.... quien sabe si algo saldrá finalmente de acá adentro.

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