martes, 23 de julio de 2013

Una batalla después de un mes

Después de más de un mes sin hacer posteos, hoy me animé (me atreví) a ingresar al blog nuevamente. Me había quedado paralizado. Con muchas ganas de escribir, pero no podía entrar y abrir un nuevo post. No se bien que cosa fue. Quizás un poco de miedo, inseguridad, o verguenza. No lo se. La verdad es que no tengo idea porqué me paralicé. En este mes, por suerte, terminé un par de papers que me tenían también paralizado. Quizás es la ley de las compensaciones. Si le pongo energía a una, es a costa de la otra. Quién sabe.

Y hoy regresé, porque un amigo de la vida, con esos que compartí litros de vino, de Ron con Coca, de Tacos al Pastor, de noches sin dormir, de aventuras nocturnas, de horas de estudio, de trabajo de tesis, de campeonatos de futbol 5, de cigarrillos y humo, de Paellas, de Chorizos, de Gambas al Ajillo, de una obsesión por el Euskera, de tantas cosas... de tantas cosas, che. Bueno, decía, que a este amigo de la vida a quien quiero tanto, tanto, le toca jugar una batalla importante. Y por eso, hoy, aquí, con frío en Buenos Aires y con un dolor de espalda enorme intentando hacer fuerza para que le llegue toda la energía posible que lo ayude a ganar esa batalla, decidí que volvía al blog. Que mis inseguridades son una bobada. Y por eso, hoy arrancamos quizás de nuevo. Aguante Cántabro! Usted la gana seguro.

2 comentarios:

  1. celebro el regreso!
    y esperemos celebrar las batallas... esas agónicas e inciertas!
    bienvenido!
    Vale

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  2. Gracias... y tirá buena energía, para esa batalla en particular. La tiene que ganar!

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