Hace casi un mes que no escribo, y un poco menos que no corro. El reposo obligatorio posterior a una operación de polipos nasales, me retiró de mi habitual entrenamiento diario. Así que al no poder correr, casi no puedo existir. Pero quería comentar una simple foto. Ahí va.
Pero quería decir algo que ya había indicado en el otro blog (el dilema de la UCR) y también hace un tiempo (La candidatura de Alfonsin). En mi intimidad prefiero tener un PJ y una UCR enfiladas en el mismo campo, con su oferta diferenciada en alguna dimensión o issue, que facilite regresar a un bipartidismo fuerte, con anclaje territorial e institucional firme. Quizás eso fue lo que NO sucedió cuando Alfonsin y Cafiero lo planearon* . En medio de ese proyecto, las internas del PJ las ganó Carlos Menem, luego Alfonsín perdió la conducción de la UCR y el sistema de partidos fue transformándose en otra cosa. Y finalmente, el golpe de gracia: el surgimiento del FREPASO (a donde fuimos a parar muchos jóvenes a inicio de los 90).
Regreso al punto. Si bien prefiero un sistema de partidos como Alfonsin y Cafiero lo pensaban, en la actualidad creo que no hay espacio en un mismo campo para dos ofertas políticas similares. Quiero decir, que la UCR no puede ser existosa si se para en el mismo lugar que el FpV. Quiero decir, para que un partido sea existoso electoralmente (que es lo que importa para que surja un bipartidismo) debe representar a los sectores de la oposición que hoy no se sienten expresados por el gobierno. De este modo, la UCR parada en el lugar de Moreau, podría ser un buen pilar K, pero no podría ser existosa. Racionalmente la UCR si quiere seguir viva (y lo deseo) optará por ubicarse en el espacio de centroderecha clásico. Si no lo hace, ese espacio lo terminará ocupando otro partido o frente, incluso hasta una fracción opositora del mismo peronismo.
Como comentario final. Con la llegada de Nestor Kirchner y con la formación de la Concertación en 2007, pensé que habría podido llegar a su fin tanto el PJ como la UCR, y que sectores de centro-izquierda de ambos partidos, por un lado, como de centro-derecha, por el otro, irían lentamente a converger en un nuevo sistema de partidos. Obviamente, eso no fue lo que sucedió inmediatamente y el espacio político sigue atravesado por otras fracturas no ideológicas.
* Como nota personal al pié. En esa época nos juntábamos renovadores de ambos lados y charlábamos mucho. Casi sin diferencias en los objetivos, con matices en los medios y con identidades diferenciadas. Y confieso, que en ese supuesto sistema de partidos mi posición sería bastante equidistante entre ambos. Algo así como un votante mediano PJ-UCR.