jueves, 12 de julio de 2012

Venciendo un límite

Hace poco una doctoranda de la Di Tella me pidió una entrevista para hablar de su tesis. Como no me gusta ir o entrar al centro de Buenos Aires, le pedí que se acercara al norte de la ciudad. Lo más al norte que pudiera. Como ella era la interesada, aceptó muy cordialmente. Nos reunimos a unos metros del límite entre Buenos Aires Ciudad y Provincia, sobre avenida del Libertador. Quedamos en vernos en el Starbucks que está en la esquina del club Defensores de Belgrano, a unos 10 metros de la ex-ESMA. Hablamos de su tesis.

Luego la conversación giró hacia temas cotidianos, triviales. Hacia esos temas que cada vez con más fuerza me resultan más interesantes que los temas académicos. No se, debo estar haciendo un balance inconsciente de qué cosas valen la pena y qué no. Lo dejo para otro momento. Entre esos temas que tocamos, le comenté que los viernes los dedicaba a correr. Comenté muy presumido que desde hace tiempo que corro, pero que no pasaba de 5 km en cada salida. Eso si, con buenos tiempos que oscilan según la hora, la temperatura y la frecuencia, entre 27 minutos y 33 minutos.  Por suerte o casualidad, mi interlocutora hacía 1 año que había empezado a correr y, para mi sorpresa y envidia, ya andaba por los 20 kilómetros. Comentamos sobre el clima que más nos gustaba o preferíamos para correr, por dónde corríamos, el tiempo que hacíamos, y si escuchábamos música o simplemente dejábamos que la mente se liberara al correr. En fin, sobre el apasionante hecho de correr... Pero me dijo algo que produjo en mi un cambió de todos estos años de corridas. Me dijo, sin saber que quizás esta charla la recordaría para siempre, que podía correr más, que no pasar los 5 km era un límite mental. Me quedó retumbando en la cabeza. Es cierto, es un límite mental.

Ese día, a la tarde, hice 8 km. A los dos días hice 10 kilométros, y desde entonces no bajo de 10 km dirarios. ya llevo varias semanas así. Ahora me propuse ir por mis 15km sin parar. Vengo bien. Hago buenos tiempos. Tengo un promedio de 5.34 minutos por kilómetro. Y se me ocurrió escribir un nuevo blog sobre la sensación de correr y algunas historias o recuerdos vinculados con el hecho de correr que tengo aún en la memoria, antes que se esfumen. Claro, lo tenía en mente desde hace tiempo... incluso antes de conocer el libro de Murakami. Ya no seré original en la propuesta, pero espero que pueda volcar todo lo que me sucede cuando corro.

4 comentarios:

  1. Hola Diego,

    Creo que formo parte del círculo de los y las corredores. Desde inicios de este año, me propuse participar en maratones. He corrido dos, ciertamente de 5 y 8 km pero han sido retos personales que disfruto superar y vivir al máximo. Aunque siempre he sido aficionada a las actividades físicas he sentido más gusto por la natación y la bicicleta. No las abandono pero sí incorporé esta nueva afición. Tuve una lesión en la rodilla por una mala postura en la clase de yoga pero me estoy sanando para seguir en el reto personal de vencer mis marcas. Salud por tu blog y la posibilidad que nos brindas de compartir nuestra vida cotidiana. Un abrazo y beso para Vicky y tus bellas hijas e hijo. Yamileth

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  2. Diego,
    Me acerque a tu blog porque tambien "corro, luego existo..." Se que te gustan los libros, y queria recomendarte otros libros Murakami ya que terminaste el de Murakami. Estos te va a gustar "Confessions of an all-night runner (Dean Karnazes)", "Born to Run" (Christopher Mc Dougall), "The Runner´s guide to the meaning of life " (Amby Burfoot).
    Ah! y un consejo de corredor a corredor: te va a ser más fácil aumentar las distancias si podes encontrar amigos con quien charlar y correr.
    Saludos y felicitaciones por el blog.
    FJ

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  3. FJ, el de McDougall lo tengo ahora al lado mio. Los otros los apunto, y los encargo. Gracias!

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  4. Yamileth.... que bueno!!! Le pase tus saludos a Vicky, te envio los suyos. Nos vemos por aquí!

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