El problema es más o menos así. ¿Viste cuando vas aceitando tu mirada y encontrás que las diferencias superficiales en realidad esconden profundos hiatos entre paradigmas sociales, morales y comportamentales inconmensurables? Bueno, eso! Planteado así parece metafísica pura. Pero no lo es. Dejenme darles unos ejemplos.
Supongamos que viene un vecino y te putea por X motivo, con o sin razón (no es ese el punto). Vos reaccionas y lo puteas. Se acerca alguien --que bien puede ser un amigo, tu esposa o tu hermano-- y te dice: "che, no. No lo putees, estuviste flojo". Y vos lo mirás, pensas en lo que te dijo, y le respondes: "Si, la verdad que si. Tenes razón. Pero reaccioné en caliente, que le voy a hacer".
Ahora permítanme presentar una situación aparentemente relativamente diferente, a partir del ejemplo anterior. Tu reacción alnte el vecino fue la misma: lo puteaste y se acerca otro y te dice lo mismo. Pero esta vez vos respondes: "No, no estuve mal. Se lo merece por equis razón". Es decir, sostenés que lo correcto es putearlo si el otro te putea. Y el otro --tu esposa, tu hermano o tu amigo-- te dice que no, que te entiende, que estabas caliente, pero que "no está bien por más que sea la forma en que te sale reaccionar". La diferencia con el caso 1, salta a la vista. En esta situación vez, vos no aceptas que fue un error o una reacción que no controlaste si no que consideras que "está bien". No sólo que podes hacerlo mil veces, si no que además es correcta. Hay dos concepciones en pugna.
Hasta ahí tenemos dos formas de reaccionar posible, la tuya y la del que te dijo que estuviste flojo. Pero no hay dos concepciones en pugna sobre como está bien o mal reaccionar. ¿Si? Te podes equivocar, y lo admitís (o incluso ponele que no lo admitís en el momento), pero hay una concepción compartida: "¡Así no está bien!" Ojo, en el ejemplo dejo entrar el error y la reiteración: vos podes, una y mil veces reaccionar mal. Pero es eso, ¡reaccionaste mal! No hay discusión.
Ahora permítanme presentar una situación aparentemente relativamente diferente, a partir del ejemplo anterior. Tu reacción alnte el vecino fue la misma: lo puteaste y se acerca otro y te dice lo mismo. Pero esta vez vos respondes: "No, no estuve mal. Se lo merece por equis razón". Es decir, sostenés que lo correcto es putearlo si el otro te putea. Y el otro --tu esposa, tu hermano o tu amigo-- te dice que no, que te entiende, que estabas caliente, pero que "no está bien por más que sea la forma en que te sale reaccionar". La diferencia con el caso 1, salta a la vista. En esta situación vez, vos no aceptas que fue un error o una reacción que no controlaste si no que consideras que "está bien". No sólo que podes hacerlo mil veces, si no que además es correcta. Hay dos concepciones en pugna.
A simple vista los dos ejemplos pueden parecer mostrar una diferencia superficial. Puede incluso quedar como una discusión sobre como reaccionar, y nada mas. Algo trivial. Puede ser considerada una diferencia menor. Pero que tal si en realidad lo que está en pugna --y voy a exagerar, para hacer más evidente lo que quiero contrastar-- es un modelo de comportamiento versus otro, una concepción moral versus otra, del tipo "ojo por ojo" versus "la otra mejilla". Ahi si, creo yo, hay un hiato quizás insalvable.
Sigo corriendo y no puedo dejar de pensar en esto.